lunes

parada en el centro
de este tumulto de gente
en medio de tanto

atropello de espejos
traigo tu imagen, la enriedo
con millones de partículas
que se desprenden
de mis dedos, mis mejillas
y mis cordones desatados.

nos encierro suavemente
en un exilio transparente
con rima y mucho ruido
y una ventana, sin rejas
para mirar hacia
la vereda de en frente,

donde un par de almas
dan rienda suelta a su ocaso
lleno de pétalos sin cuerpo,

tal como nosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo un espiral de palabras en las manos que buscan las tuyas. Tengo que aprender todavía a traducir el cariño en palabras.