¿sabés qué? debería empezar a pensar menos. estaría bien volverme un dibujito para salir de la cabeza de alguien y escabullirme de la mía, escaparme, subirme al primer colectivo y bajarme en cualquier lado (eterna ilusión de una joven despeinada). escribir una oración, un par, sin volver hasta el principio para corregir los tiempos, reemplazar las palabras, revolver las ideas una y otra vez hasta alcanzar una perfección que nunca podría existir pues soy desde las orejas hasta los pies imperfecta (no el pelo porque redundancia). es gracioso, será como la tercera o cuarta vez que me releo y me disgusto. ¡quiero que me interese ser de color morado! que me vomite una mosca, ¡ser un vals! rodar por una escalinata, treparme al cielo, sonreírle a un canillita y retorcer todos los cajones. jugar con las formas, desprenderme de todo, de las medias, la camiseta, los ojos, las uñas, los dedos del pie, las pantallas, las piedritas, el aire, las gaviotas. ¿qué podría ser difícil? ¿dejar los años por el camino, deshilacharme el pantalón? lejos los crepúsculos, ya basta de ferocidades musicales y retórica, atrás cualquier niña, adiós a todo el humo y a esa nebulosa mental que intenta poesía... nada de títulos ni compases, ahora sólo queda ser luciérnaga.
(y aunque todo sea
una vil mentira).
siemprehayqueleerlaletrachicaenloscontratosylaspromocionesdefrávega.
1 comentario:
Jodido, mirá la gente que te firma!
Publicame tus horarios bebé, tengo grandes planes para nosotras.
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