martes

aunque me enrede en la maraña
de sus defectos inventados,
aunque sea complicado hallarme
en la línea de sus ojos,
aunque sostenga un indefinido
discurso de cobardes y sentencias,
es más duro el desconcierto
la lejanía el no me atrevo;
no llores más, aliado de mi sangre
de mi alma de mis rencores y mis sueños,
la verdad es que te tengo
acorralado entre el rollo de papel
y el desespero, entre mis manos
y el consuelo;
en tu silencio sólo encuentro
esperanzas mutiladas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
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