te acordás
te molestaba
advertir todo eso
el dolor
la sangre
la ruptura
no de dos
sino de mí
el quiebre dentro
de mí misma
las lágrimas que
lloraban no mis ojos
sino mis tripas
mis cabellos
mi vientre pasmado
espástico
no sé si se escribe así
la amargura
pero a vos te molestaba
mirarla
y yo la retenía en
la palma de la mano
como cuidándola
para decirte para
gritarte
CARAJO MIRÁ CÓMO CHILLA
MI HERIDA
ahora no puedo quejarme
de nada
soy yo quien debería
regañar entre suspiros
corresponde estar viva?
con un solo signo
de inequivocación
tal vez debería hablar
con alguien sobre esto
sobre no entender
el sentido de las calles
para dónde van los autos o
mejor dicho para dónde
iré yo
uso mi tiempo, sí
uso mi tiempo en ver
fotos de gente desnuda
envidiando la cordura
de poderse desvestir
yo no sé ni por dónde se empieza
a sacarse la ropa.
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