miércoles

te lo debo todo
o al menos esto,
mi gesto escondido
y la florcita gélida
que nace de mis huesos,
mi caricia insomne,
el arrebato que mueve mi cuerpo
como mueve la marea al pez roto
y a los barcos; te debo
las mariposas que me crecen en la nuca
y viven tres días en verano,
la creación del tiempo,
la conciencia del aire y el horizonte
que se despide de lejos
para no vencernos los ojos;
te debo esto que soy yo
mirándome al espejo,
el pétalo que abandona mi mano
para devolverse a la tierra
y ser de nuevo, las intrigas
de un mundo enorme y desvelado
donde hay que callarse para escuchar
la belleza que emerge del silencio.



te lo debo todo
o al menos esto:

el poema y el delicado umbral que existe
entre quedarse quieto o entender
el impenetrable vuelo de los pájaros-
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