Pasito a pasito.

Bueno, a ver, comencemos a comenzar con esto. No voy a ponerme a hablar sobre la vida y sus dificultades, al menos no por ahora así el mundo de los...blogs puede conocerme más o menos sana. No creo en Papá Noel y tampoco en los Reyes Magos. En Dios todavía no pensé y definitivamente al Ratón Pérez lo tengo alejado. Eso sí, visito Lo de Juan Pérez cada tanto, como hoy, pero esa ya es otra historia. No suelo especular ni oigo especulaciones. Las estadísitcas no me importan demasiado y el mundo me parece un mundito pequeñito, no entiendo cómo puede albergar tantos corazones. Mi Gran Colegio Gran me produce corrientes de amargura y muchas otras de felicidad, y me marea de vez en vez por sus particulares características: personas salidas de novelas de J. R. R. Tolkien, cimientos de la época de Colón, costumbres tales como vivir sentados (ya finalizada la jornada escolar) sobre autos de dueños totalmente irracionales, de lo contrario ¿por qué dejarían su vehículo justamente en esa cuadra? Que no se hagan los vivarachos con eso de "¿qué necesidad tenés de sentarte en mi capó?" porque más inconscientes son ellos al dejar su capó a la merced de mis amigos de aula. Mis amigos son todos esnobs pero queridos, y temo que con el tiempito compartido me he estado metarmofoseando en uno de ellos. No me molesta. Mi familia es totalmente clánica y mi perro es vírgen a los seis. Mis vacaciones consisten en dormir - salir - volver a dormir - querer a mis amigas - mirar películas por cable y alquiladas, no hacer asco a nada - leer distintos libros simultáneamente - inventar blogs absurdos - y comprar compulsivamente de la misma forma que en novacaciones. (Nota mental: A no olvidarse de mi miniequipitodemusiquita que me canta Spinetta o me remonta al saxo de Stan). En unos pocos días mi vida se reduce a Gesell, la Villa más amigable del universo porque va a estar repleto de gente amiga. Mi futuro es la música y si algún día me ven en un anfiteatro, me escuchan en la radio o me compran en Musimundo, sepan que estoy cumpliendo mi sueño.
Iupi, escribí más de lo que esperaba y menos sobre lo que deseaba. Pero supongo que así estará bien, después de todo, ¿qué mejor para la mente que andar sin rieles? A propósito: Abril, un placer.