los zapatos afuera de la habitación,
la alfombra limpia,
el ventilador tan quieto.
la ducha en silencio.
las calles de tierra
allá donde los árboles abruman
con sus copas tan altas,
tan lejos
como nuestros pasos sobre esas rocas
intermitentes.
el cielo me descubre a veces
tendida en la cama
escuchándote
sobre el micrófono,
diciendo que las personas
las vas a guardar
en la memoria.
yo me descubro a veces
escuchándote
en los huecos donde no estás
en las hamacas vacías
en la avenida infinita
en las hojas limpias
en el camino que la luna
se esmera en iluminar,
sin conseguir
reflejarse en tus ojos.
decías que las personas
las ibas a guardar
en la memoria.
adónde fueron ahora
esas personas
y hacia dónde tengo que mirar
para encontrarte de una vez
y para siempre.
la alfombra limpia,
el ventilador tan quieto.
la ducha en silencio.
las calles de tierra
allá donde los árboles abruman
con sus copas tan altas,
tan lejos
como nuestros pasos sobre esas rocas
intermitentes.
el cielo me descubre a veces
tendida en la cama
escuchándote
sobre el micrófono,
diciendo que las personas
las vas a guardar
en la memoria.
yo me descubro a veces
escuchándote
en los huecos donde no estás
en las hamacas vacías
en la avenida infinita
en las hojas limpias
en el camino que la luna
se esmera en iluminar,
sin conseguir
reflejarse en tus ojos.
decías que las personas
las ibas a guardar
en la memoria.
adónde fueron ahora
esas personas
y hacia dónde tengo que mirar
para encontrarte de una vez
y para siempre.
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